sábado, 11 de agosto de 2012

PERDONA.

Sé que en este momento solamente puedo pedirte perdón, e intentar recuperar tu confianza. No sé qué decirte, así que te diré de todo. Solo quiero no perderte. 
Nunca mentí cuando dije que eres lo mejor que me ha pasado en la vida, quiero que sigas pasándome cada día, hasta que esta se acabe.  Nunca mentí cuando dije que te quería más que a nada. 
Y, sí, meto mucho la pata, es diferente.. Tú puedes equivocarte más veces porque te equivocas en cosas pequeñitas, sin embargo yo soy de las que meten la pata hasta el fondo fondo. 
Quiero pedirte perdón por todas y cada una de las cosas que he hecho mal, de las que realmente me arrepiento. Quería contarte mi error, pero no sabía cómo hacerlo. Y nos vi, tan felices, tú me estabas haciendo un masaje, y me acariciabas... Y no quería romper eso, a tu lado soy tan feliz.
Pensé que lo que decías no iba en serio. Y, te lo conté, y todo cambió tanto. Parecía que ya se había acabado todo, esas caricias en la espalda habían desaparecido y los besos, y la preocupación por saber qué me pasaba. 
Habías estado tan atento, tan cariñoso. Y no quiero perder todo esto, no quiero no volver a estar en tu sofá, no quiero vivir sin tus besos, ni sin tus abrazos, sin tus masajes. 
Nos han pasado tantísimas cosas durante este tiempo, cosas que no podré vivir con nadie más, y sin embargo todas las cosas que nos han pasado las hemos superado. No quiero dejarte ir sin mí, no quiero que empieces otra vida diferente en la que no esté yo. No quiero que te vayas por favor, no me dejes sola. Sé que me he equivocado y sé que te molesta. Ahora ya es tarde y no puedo cambiar el pasado, pero tengo el futuro todavía, que te lo regalo. Mi futuro todo para ti. 
Lo siento, pequeño. A veces soy muy cabezona, muy imbécil, muy infantil, un poco mentirosa y muy caprichosa. Gracias por aguantarme, intentaré ser lo más buena posible. Si me lo das, el futuro todavía será mejor de lo que lo fue el pasado. 
No quiero que se acabe, te lo estoy suplicando. Si te lo conté es porque te quiero, porque me arrepentía. Ahora mismo te hablo desde la desesperación, desde el miedo de perderte. Tienes todo el derecho del mundo a estar cabreado, lo siento. Si me quieres, perdóname porque prometo cambiar todo lo malo.

Sé que soy odiosa, pero haré todo lo que esté en mi mano para que seas feliz al máximo.
Perdóname, te amo, te amo. Te todo.