jueves, 2 de noviembre de 2017

Diferente.

Como cuando vas conduciendo
y te cruzas, por un segundo,
con un recuerdo.
Como una estrella fugaz.

Pero mi corazón te latió
durante varias horas.
Fue un paseo por las calles
en las que era fácil ser feliz.

No sabes diferente.
No sabes las ganas que tenía.

Parecía que volvía a ser yo,
estaba tocando la niñez
con la punta de la lengua.
Parecía que no tenía miedo.

Como aquella otra vez,
contigo,
en el mismo bar cutre.
Parecía que había vuelto a nacer.

No me mires diferente,
porque al final sigo siendo la misma.

Aunque no soy igual.
No reconocerías mi pecho,
me han herido varias veces.
Soy toda cicatrices.

Soy más fuerte,
aunque no he ganado ninguna guerra.

Pero tú siempre me has visto guapa,
aunque estuviera a trozos.
También siempre quisiste cuidarme
aunque yo ya no te quisiera.

Siempre has sabido curarme
sin, siquiera, saber mi enfermedad.

No te quiero.
No estoy enamorada de ti.
No quiero que nos enamoremos.
Pero puedes sacarme esta sonrisa cuando quieras.

Te ofrezco unas risas, tres besos y cuatro polvos.
Yo también te he visto:
Sé que, al final, saldremos de esta.
Nos dedicaremos unas sonrisas sin saber qué será él uno del otro,

pero sabiéndonos a todo




No hay comentarios: