martes, 31 de mayo de 2016

Maletas y salud.

Aún hay cosas de mí que no sabes
y cosas que no te gustaría saber.

Que de madrugada, y a cielo abierto,
puedo contarle mis guerras
a todo el que quiera escucharlas.

Que otros han tenido mi corazón
en sus manos,
y lo han dejado medio podrido.

Desde entonces,
pensaba que sólo podría amar
con la parte restante.

Hasta que una noche volviste,
tal y como lo haría cualquier otro fantasma.

Me besaste las heridas con las manos
y el olor de tu jersey gritaba
"si me abrazas, vas a dejar de sangrar".

Te regalé todas mis horas a oscuras,
incluso cuando tú no estabas.

Reconozco que tuve miedo
de enfrentarme yo sola
a los monstruos que habitaban mi armario.

A distancia es difícil traer paz
a un dormitorio.

Pero llenaste la maleta de amor y ropa interior,
cuando escuché el timbre
supe que la felicidad llamaba a mi puerta.

Llegaste un abril y en mi casa dejó de llover.

No sé si fui la salida
o la entrada de otra vida.
Pero prometo dar todo de mí.

Sólo quiero salud, porque todo el tiempo es poco contigo.

Salud, que vamos a bebernos los días
para que no sepan amargos.






"Bienvenido al Norte,
nos iremos sin decir adiós."
Mäbu