Suelo llorar una vez cada semana o cada dos semanas... Esta vez me tocaba. Hoy es uno de esos de mis días sentimentales, y sí, parece una tontería pero me he echado a llorar. Así, sin más ni más. Tans olo escuchaba música. Pero, esta vez no he llorado con una razón infeliz, he llorado de felicidad. Llorado sin sentirme mal, y todo gracias a ti. Que te debo que me quieras, te debo dar las gracias porque me quieras en estos tiempos en los que es tan díficil querer. Te tengo que dar las gracias por abrirme los ojos, porque por un momento pensé que eso de querer era solo una invención y que no existía en realidad. Y tú me has hecho ver que no es así, me has enseñado a reírme de mí misma... Realmente, estas cosas no las digo por decir ni porque supuestamente las tenga que sentir, porque antes no las sentía. Y me sorprende cómo puedes lograr que vaya sintiendo cosas nuevas cada vez... Ahora sí que no sé lo que haría si no te tubiese en mi vida. Ya te he repetido varias veces que no quiero que te vayas nunca de mi vida, que quiero que sigas conmigo SIEMPRE. Enseñándome a sentir cosas nuevas. Gracias, cariño.
te quiero muchísimo, y seguro que muchísimo más de lo que tú te piensas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario