lunes, 21 de abril de 2014
¿Loca? Sí, pero feliz.
Odia no sentir y va regalando besos, caricias y tiempo para propiciar un encuentro con el amor. Todos los días llega a casa cuando ya las calles están vacías, como ella, y tiene ilusiones intermitentes que se acaban convirtiendo en indiferencia... ¿Quizás sus expectativas son muy grandes? Nada ni nadie consigue quitarle esa inquietud... Llega a casa y sigue sintiéndose intranquila, vacía. No tiene claro ni lo que quiere y, desesperada por sentirse bien, va locura tras locura hasta enloquecer para siempre. ¿Loca? Sí, pero feliz.
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