Aquí la noche
te echa de menos.
La oscuridad de mi habitación
pregunta por el brillo de tus ojos.
No es primavera si no llegas.
Las flores están en huelga,
amenazan con marchitarse
por tu asuencia.
Y ya huele a guerra,
a pólvora.
Todos extrañan el invierno.
Ese invierno
que no fue frío.
Ese invierno
en el que las mariposas
no se dejaron domar,
y volaban libres
bajo la lluvia
y contra el viento.
Unas navidades
en las que tu sonrisa
dejaba en evidencia
a las luces de colores.
Y la impaciencia
no era por abrir los regalos,
sino por besar tus labios.
Recuerdo de manera
milimétricamente exacta
la perfección de tu espalda.
Pero quiero que vuelvas.
Ya mé sé nuestro invierno de memoria,
he rebobinado esa cinta
un número infinito de noches.
Ven a llenar el espacio vacío
que queda en mi cama
y en mi memoria.
Quiero que vuelvas a hacer
del invierno, primavera.
Quiero volver a llenar
de magia el salón.
del invierno, primavera.
Quiero volver a llenar
de magia el salón.
Simplemente, quiero que vuelvas.
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