He pensado tanto en ti
y en tanto contigo
que si me dices adiós
me sangrará el alma.
Siempre vi el amor
en colores cálidos.
Y lo he vivido con delicadeza,
con miedo a quemarme.
Deberías haber venido
con un cartel informativo en el pecho:
Por cada noche conmigo
hay 100 noches de fría soledad.
Dices unos "te quiero"
que hielan el alma.
Que llegue ya el invierno,
y tú con él,
porque estoy intentando latir
entre escarcha.
Desde que siento que no sientes,
me autolesiono con tu recuerdo.
Y aquí sigo, desnuda,
esperando a que me vistas una sonrisa.
Es cruel por tu parte:
sabes que puedes abrazarme
con palabras.
Y no quieres, o no puedes.
Ven a salvarme o a matarme,
pero no me dejes agonizando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario