lunes, 18 de agosto de 2014

Voy a repartir todos los besos que quiero darte.

Tú eres mis noches de insomnio. Y cuando tú duermes, hay una idiota pensando en ti, en lo que pudo ser pero no será.
Una vez más, me rompí en pedazos. La experiencia no me enseña, y ya no sé si soy cabezona o retrasada.

Intentaré dedicarme todo el amor que tú no quieres que te dedique.
Eso detrás de cada desencanto, de cada desilusión.

¿Y ahora qué hago con estas ganas?

Voy a repartir todos los besos que quiero darte a diferentes labios, unos distintos cada noche.
Me prometo a mí misma que detrás de ti habrá muchos más, que sé a este clavo no se le puede sacar con otro, por eso usaré tantos como hagan falta.
Hasta que no recuerde tus palabras, ni tu sonrisa, ni tus ojos;
hasta que deje de morirme de ganas por hacerte una declaración de amor diferente cada día.

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