Aún te sueño por las noches.
Siento que llevo toda la vida esperando por ti,
y lo peor es que aún me queda paciencia,
los días más fríos, los días de viento, los días de lluvia...
No me importa que el tiempo se desvanezca,
a pesar de que me aterra envejecer,
si tú permaneces.
No quiero contarte que sigo sintiendo,
que aún tengo un poco de ti en los labios, en la piel y,
sobretodo, tengo un poco de ti en mí.
Juro que siento quererte o haberte querido,
nunca quise llegar hasta tal extremo.
Aunque ahora, ya no sé si te quiero o si te odio.
Ojalá pudiese sentirme libre a pesar de tu ausencia.
Pero las ganas de decirte lo que siento por ti
son como puñales que se clavan lentamente en mi garganta
por cada palabra que me callo.
Por no decirte que a tu lado soy más guapa,
porque sacas la mejor de mis sonrisas,
y mis ojos brillan cada vez que te miro.
Así que ya no sé si eres mal o eres bien.
Ya no sé si quiero odiarte pero te quiero,
o te quiero querer pero te odio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario