de todo lo que llevas contigo,
y de todo lo que dejas.
Te llevas más trozos que mudas en la maleta.
Aún espero la clave para no ahogarme,
porque hemos inundado
toda la ciudad de recuerdos,
toda la ciudad de recuerdos,
y no sabes cómo duelen los segundos sin ti.
No imagino cómo serán los viajes largos
sin poner la mano en tu rodilla,
ni despertar de una pesadilla
y encontrarme en otra: tu ausencia.
Que me he pasado las noches
susurrando cuánto te quiero
mientras duermes.
Por si te asusta la inmensidad...
Te prometería hasta lo que no tengo,
lo imprometible, lo inimaginable,
si así despertásemos cada mañana
en la misma cama.
Te prometería hasta lo que no tengo,
lo imprometible, lo inimaginable,
si así despertásemos cada mañana
en la misma cama.
Lo sé, fallo mío.
Me la jugó el instinto:
iba a buscarte las cosquillas
y te encontré el corazón.
No importa.
Eres el hueco más bonito que puedo tener en el pecho.
No importa.
Eres el hueco más bonito que puedo tener en el pecho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario