lunes, 7 de diciembre de 2015

Sintigo.

Si te atreves a decir
en voz alta que te hago falta,
prometo sonreír
ante cualquier maremoto.

Que ya estoy acostumbrada
a llevar el agua al cuello,
y todos los abrazos que te doy
son mi forma de sobrevivir.

No.
No eres mi salvavidas.
Esta no es una de esas historias
en las que se necesita un héroe.

Sólo digo
que cuando te tengo en frente
parece que esté mirando
a la felicidad a los ojos.

Y tiene cara de querer hacerme el amor en el sofá.

Me sonríes
y sé que nada me va a doler,
que no voy a tener miedo.
Sólo me haces más fuerte.

Contigo,
hasta el rincón más oscuro es una buena opción.

Sin ti,
sigo, sin engañarnos.

De[vuélve]me tu sonrisa, mi felicidad.



miércoles, 11 de noviembre de 2015

(Des)pedida.

No estoy capacitada para dejar de quererte,
decirte "adiós" es otra forma de suicidio.
No me pertenzco
desde que miraste tan cerca.

Los únicos agujeros negros
que me hacen temblar
son tus pupilas.
Laberintos sin salida.

Intento acallar mi piel
cuando pide tu abrazo.
He perdido todas las oportunidades
de anularme a mí misma.

Si realmente estoy en tu corazón,
te informo de que no llega el oxígeno,
ni se pone el Sol los días impares.
A pesar de ello, no quiero partir.

Te dedico las siete arrugas
que me han salido desde que te espero.
Consecuencias de kilómetros,
contradicciones y contraindicaciones de la distancia.

Aguardo el final de esta historia,
mientras pasa mi vida:
pedida o despedida.

sábado, 10 de octubre de 2015

Entre tú y yo, casi hemos muerto.

Entre tú,
que lo arreglas todo con silencio,
y yo,
que es imposible callarme cuando siento.

Entre los dos,
formamos un avión
cayendo en picado,
dirección al suelo.

Podríamos salvarnos,
pero habría que ser valientes.
Nos faltan besos de buenas noches,
caricias en la espalda, miradas cómplices...

Hace días que desconoces.
No sabes si mis ojos han llovido, ni por qué.
Hace tiempo que te desconozco.
Por más que te busco, sólo encuentro indeferencia.

Es cierto,
ni siquiera vemos
el mismo mar desde la ventana.
Pero accedimos a esto.

Yo en un mar de dudas,
casi ahogada por la incertidumbre.
Tú en un mar de respuestas
que no me quieres dar.

Ahora que no nos cae la misma lluvia,
parece que tus te quiero
son producto de la costumbre.
Te quiero por rutina. Por romper el hielo.

Sigues ausente.
Ninguna palabra puede hacerte reaccionar.
Nos acabaremos estrellando,
te toca a ti coger los mandos.

miércoles, 30 de septiembre de 2015

Si quieres, rascamos el cielo.

Vamos a dejarnos de irrealidades,
y a vivirnos, comernos y bebernos.

Si quieres, 
podemos bailar el amor,
aunque sea en diferentes suelos.
Pero la misma canción.

No tienes que pensar
en si es una misión suicida.
Podemos parecer dos kamikazes
pero podemos aparecer ganadores.

Yo sé 
que todo aquello que veo negro,
lo puedes pintar de colores.

No puedes fruncirle el ceño
a una verdad,
pero puedes hacerla tuya.
Tú y yo también somos ciertos.

Si te convences,
me convences.

Míranos, todos nuestros recuerdos son cimientos.
Todo esto lo hemos construido nosotros.

Abrázame, que rascamos el cielo.

Conciénciate, ningún terremoto tiene nuestra fuerza.


miércoles, 9 de septiembre de 2015

Grito de auxilio.

He pensado tanto en ti
y en tanto contigo
que si me dices adiós
me sangrará el alma.

Siempre vi el amor
en colores cálidos.
Y lo he vivido con delicadeza,
con miedo a quemarme.

Deberías haber venido
con un cartel informativo en el pecho:
Por cada noche conmigo
hay 100 noches de fría soledad.

Dices unos "te quiero"
que hielan el alma.

Que llegue ya el invierno,
y tú con él,
porque estoy intentando latir
entre escarcha.

Desde que siento que no sientes,
me autolesiono con tu recuerdo.
Y aquí sigo, desnuda,
esperando a que me vistas una sonrisa.

Es cruel por tu parte:
sabes que puedes abrazarme
con palabras.
Y no quieres, o no puedes.




Mi niño, sólo es el eco de un grito de auxilio:

Ven a salvarme o a matarme, 
pero no me dejes agonizando.                  

lunes, 31 de agosto de 2015

Apocalipsis.

Sigo apostando por ti,
y lo haría mil veces más.
Y de momento,
voy ganando a la suerte.

Y si fallo, no se me ocurre
mejor forma de quemarme una mano.
Ni mejor sonrisa que la tuya
para hacerme perder la cordura.

Que ya luzco con orgullo
cicatrices de tormentas pasadas.
Y tú eres más que eso.
Tú podrías ser mi apocalipsis.

Podrías ser un cielo
en plena lluvia de estrellas.
Sólo te pido una cosa:
Sé lo que quieras, pero sé mío.



miércoles, 19 de agosto de 2015

Tu fondo.

Pocos tienen valor en el corazón
para volver como tú:
con los ojos inundados de ganas,
y una victoria en cada yema de los dedos.

Has derrotado al tiempo,
que cobarde corre en tu presencia.
Y has derrotado a la distancia,
restándole importancia, ganándotela tú.

Cuando todos sacan sus armas,
tú desenfundas tu sonrisa,
mostrando tu fondo, lo más profundo de ti,
en forma de terraza con vistas al mar.

Y, así, enamoras hasta a los pájaros.
Que hacen cola para anidar en tu pecho,
que saben que la vida es corta,
y que tú puedes parar relojes.

No les culpo,
yo estoy deseando
ver tu fondo en mi sofá.
Y verte a ti con mi sofá de fondo.




jueves, 13 de agosto de 2015

El hueco más bonito.

No sé si eres consciente
de todo lo que llevas contigo,
y de todo lo que dejas.
Te llevas más trozos que mudas en la maleta.

Aún espero la clave para no ahogarme,
porque hemos inundado 
toda la ciudad de recuerdos,
y no sabes cómo duelen los segundos sin ti.

No imagino cómo serán los viajes largos
sin poner la mano en tu rodilla,
ni despertar de una pesadilla
y encontrarme en otra: tu ausencia.

Que me he pasado las noches
susurrando cuánto te quiero
mientras duermes.
Por si te asusta la inmensidad...

Te prometería hasta lo que no tengo,
lo imprometible, lo inimaginable,
si así despertásemos cada mañana
en la misma cama.

Lo sé, fallo mío.
Me la jugó el instinto:
iba a buscarte las cosquillas
y te encontré el corazón.

No importa.
Eres el hueco más bonito que puedo tener en el pecho.





domingo, 26 de julio de 2015

Poesía es todo.

Le debo mi piel
a la poesía.
He cicatrizado con ella
cada herida.

Dicen que la poesía
nos salva la vida.
Pero es un grito de auxilio
al que nadie nunca responde.

Nace de un sentimiento
de pasión, y nunca muere.
Permanece en el tiempo
como medicina alternativa.

Tan fiel, tan bella,
tan pura y natural.
Ha sangrado con nosotros
y, menos veces, sonreído.

Nos entiende
cuando nadie es capaz.
Poesía es amor, pasión, tristeza.
Poesía es todo.

sábado, 25 de julio de 2015

He llegado a mi destino, gracias.

Prometo no mencionar "amor",
pero te lo haré en papel.
Me declaro tuya.

Si esto es un error,
no podría equivocarme
de mejor manera.

Nunca había viajado en abrazos
hasta que tú llegaste.
Y ya quiero reservar el siguiente.

Que ni el Sol amanece
tan bonito como tú.
Ni la música suena tan bien.

La gente no sabe lo que se pierde.
Si cogen trenes y aviones
es porque no conocen tus brazos.

No saben que el mundo
resulta aún más atractivo
reflejado en tus ojos.

Por eso no puedo dejar de mirarte.
Porque tú eres destino
y yo estoy de vacaciones.

Tengo que confesar
que me enamoro en los viajes,
me enamoro de lugares.

Como si de una guerra se tratase,
quiero conquistar
cada uno de tus rincones.

Te declaro mi destino preferido.
Quiero quedarme a vivir
en tu pecho.



viernes, 10 de julio de 2015

Imprescindible.

No quiero compartir con nadie
lo que siento cuando me abrazas
porque estoy segura
de que no sabrían de lo que hablo.

Quiero contarte, pequeña,
que si te veo llorar 
soy, al instante, la persona
más infeliz del universo. 

Que una vida sin ti
es una vida vacía,
que aportas siempre alegría. 
Que sin ti, no soy nada. 
Sin Iosune, no hay Alba.

No creo en dios, 
pero rezo para que nunca me faltes.

Que sin ti,
ni primaveras ni hostias. 
No entraría luz por la ventana,
no habría días.

Estoy segura
de que no saldría ni la Luna. 
Sin ti no hay risa.
Iosune, la felicidad lleva tu nombre.

Sólo quería contarte 
que tu sonrisa es la estación más bonita del año,
que la primavera la envidia. 

Que tu abrazo 
es mejor que una anestesia
 y es, sin duda,
el mejor remedio contra el dolor.

No existe flor ni mar 
al que debas envidiar,
porque tú
eres amor puro. 

Mi pequeña,
conviertes a todo aquel
que entra en tu vida
en afortunado.

No existe palabra con tanto poderío, pero que sepas que todo lo que te quiero aún no está escrito en ningún idioma.


martes, 7 de julio de 2015

Aquí me tienes.


Aquí me tienes.

Dispuesta a ser para ti,
dispuesta a ser para siempre.
Proponiendo que esa 
sonrisa solo me salga
si oigo tu voz.

Algo, no sé si biológicamente estúpido,
dentro de mí
ha decidido sin consultar
que sólo me brillen los ojos
si es a ti a quien miro.

Que antes todo era negro o blanco.
O blanco y negro. E, incluso, gris.
Quiero decir, que hasta que te provoqué una sonrisa,
no había visto color.

No te pido que me quieras.
Aunque las estrellas fugaces 
son aún más rápidas
para pasar desapercibidas.

Para que llegue a deshora,
y no me puedan escuchar.
Que ya se han cansado de mí
y de oír tu nombre..

Así, me declaro en huelga de silencio.
Esta es la última vez que
me desnudo en papel para ti.
Que tú pones cerebro y yo, corazón.

Sólo son dos ojos
ante tantas heridas abiertas.
Necesito litros de alcohol,
aunque sé que no hay mejor cura
que tus labios.

Y nada tiene tantos grados...

Aquí me tienes:
moribunda y sin receta médica.
Pero, indudablemente,
tuya.

lunes, 6 de julio de 2015

Querencia.

Vengo a confesarte
o, más bien,
confesarme.
Porque quererte tanto
tiene que ser pecado.

Que tengo heridas
de tanto morderme la lengua,
de ponerle barreras
a las ganas,
y callar mariposas.

De no decirte
que si estuvieras aquí,
haría lo imposible
para que esta noche
durase mil horas.

Que hoy la Luna
no tiene sentido,
perdió el norte
cuando tú lo dejaste.
Que se compadece de mí.

Que en mi cuerpo
hay una guerra civil,
corazón contra razón.
Y yo voy con el que late,
con lo que me hace vivir.

No sé qué puede haber
más allá de ti,
que amplías mis horizontes.
Contigo no hay fronteras,
¡Abajo el muro de Berlín!

Necesito gritar que te quiero,
en un lugar que haga eco.
Que se repita para siempre,
un "te quiero" que nunca calle.

Un "te quiero"
que no se ahogue
en nuestros malos tragos.
Un "te quiero" nunca ciego.

Así que...

Ven, que aquí te espero
con los brazos abiertos
y, dentro a tu derecha,
un latiente "te quiero".


sábado, 20 de junio de 2015

Voy a morir por no matarte.

Sólo quería decirte
que me voy a morir 
en cuanto te vea llegar,
con esa preciosa sonrisa
y tu forma de mirar.

Que me voy a morir
cuando me veas,
como casi siempre, 
con los nervios floreciendo
desde lo más profundo de la piel.

Me verás reír
como queriendo disimular
que te quiero,
como si jamás hubiese hecho
de ti poesía.

De nosotros, poesía.


Voy a hacer 
como si nunca hubiese sido
derrotada por el impulso
de decirte lo que siento,
como si en las madrugadas
estuviera dormida.

En vez de pensándote.

En vez de versándote...

Voy a simular que no se me va la vida en tu sonrisa.
Y he pensado que si tengo que morir, 
será
por
no
matarte.

lunes, 15 de junio de 2015

Desnúdate, primavera.

Nunca llores,
tú,
que llevas poesía en los ojos.

Nadie diría al verte
que bajo tu ropa
hay cicatrices.

No llores,
tú, que inundas de dulzura
a todo aquel que te ve sonreír.

Nadie podría imaginar
que el silencio
está matando tu luz.

Deja a un lado la cordura,
que es para mediocres.
Desnúdate de tapujos.

Anúdate a la vida,
enamórate de ella.
Enamórate de ti.

Arroja todos tus peros
al cubo de la basura.
Que acaben en vertederos.

Podrías volver loco
a cualquier poeta
con tu voz y tu letra.

Podrías haz temblar
al mundo entero.
Con los labios sin pintar.

Porque llevas
todo el color
en los ojos.

Despierta tu apetito,
y cómete el mundo.
Florece, mi primavera.

Despídete de todo lo malo,
después de diez mil años,
deja el miedo atrás.


             Verás, las estrellas no deben llorar,
                                                   
                                                              las estrellas brillan.













No temas cegarnos con tu luz.
Si abres las alas, puedes llegar aún más alto.


viernes, 5 de junio de 2015

Los sauces siguen tristes, pero sólo lloro yo.

Me he asomado
a lo que queda de ti,
y siento un vértigo aterrador
porque me encuentro a milímetros
de caer en tu olvido.

Sólo queda sombra,
y tengo miedo de no ser primavera
por marchirtarme en tu memoria.
Me aterra no volver a ser yo.

Me mato callándome,
porque las ganas
a veces son veneno.
Y prefiero perderme
que perderte.

Estoy completamente aturdida,
no sé si ahora vienen curvas
o esto es la recta final.
Pero temo oírte mi nombre.

Sé que es absurdo quererte,
pero lo absurdo es propio de mí:
tengo un reloj que lleva meses parado
y un calendario sin fechas marcadas.

No entiendo de distancias
si se miden en metros,
ni sé nada del olvido
si se trata de ti.

Voy a cuidarme las espaldas
para que nadie me destierre
de tu terreno más blando.
Ni siquiera tú.

Estoy perdiendo el equilibrio,                                                             
pero intentaré                                                
hacerte sonreír                                     
hasta el último segundo            
antes de morir.


jueves, 28 de mayo de 2015

He decidido ser zorra.

A los chicos como tú
los veo venir a kilómetros.
Con ganas de destrozar camas,
y corazones.

El instinto animal
que estás buscando
solamente me sale
con buenos domadores.

Tengo una cola de buitres
esperando por si alguien mata
el poco amor propio 
que aún me queda.

El corazón es lo único
que tengo putrefacto.
Sigo viva, y tengo claro
que no se hizo mi piel
para la boca de ningún asno.

He decidido ser zorra
porque una vez fui gacela.
Y prefiero tener enemigos
que dolores de cabeza.

He superado el aforo máximo
de imbéciles en mis talones
porque no pueden llegar más alto.
Que nadie me pida perdón.

No tendré piedad.
Hoy los ojos
de cordero degollado
sólo me dan hambre.

Para quien me declare guerra: 
informo que habrá sangre.


sábado, 16 de mayo de 2015

Un hogar que no seas tú.

Anochece.
Otra tarde pensando en ti,
guardo tus recuerdos
como quien tiene un tesoro.

Desde aquel beso,
camino sin tocar el suelo
y sueño sin estar dormida.

Me enseñaste
el lugar más bonito del mundo:
tu espalda.
Me diste cobijo en tu pecho.

De manera cruel
-que no intencionada-
me enseñaste un paraíso
en el que no podía quedarme.

En este momento,
no puedo hablar de libertad.
Porque la libertad
se encuentra allá donde tú estás.

La libertad está en ti,
en tus pupilas.
Y yo vivo aprisionada 
en tu recuerdo.

Vivo también
con miedo a ahogarme
con todos los besos
que guardo para ti
en la garganta.

No sé a quién pedir auxilio,
no sé si habrá héroes 
que hayan luchado
contra el mal de amores ajeno.

No sé si existirá en el mundo
un pecho habitable
que no sea el tuyo.

No sé si habrá alguien más
capaz de hacer revolotear
mariposas bajo mi piel.

No sé si podré mirar a otros ojos
y volver a encontrarme
con auroras boreales 
y arcoiris.


                                      No sé si podré llamar hogar
a otra persona que no seas tú.



sábado, 2 de mayo de 2015

Mariposas en invierno.

Vuelve.
Aquí la noche 
te echa de menos.
La oscuridad de mi habitación
pregunta por el brillo de tus ojos.

No es primavera si no llegas.
Las flores están en huelga,
amenazan con marchitarse
por tu asuencia.
Y ya huele a guerra,
a pólvora.

Todos extrañan el invierno.
Ese invierno
que no fue frío.

Ese invierno
en el que las mariposas
no se dejaron domar,
y volaban libres
bajo la lluvia
y contra el viento.

Unas navidades 
en las que tu sonrisa
dejaba en evidencia
a las luces de colores.
Y la impaciencia
no era por abrir los regalos,
sino por besar tus labios.

Recuerdo de manera
milimétricamente exacta
la perfección de tu espalda.
Pero quiero que vuelvas.
Ya mé sé nuestro invierno de memoria,
he rebobinado esa cinta
un número infinito de noches.

Ven a llenar el espacio vacío
que queda en mi cama
y en mi memoria.

Quiero que vuelvas a hacer
del invierno, primavera.
Quiero volver a llenar
de magia el salón.
Simplemente, quiero que vuelvas.


sábado, 25 de abril de 2015

Mi desastre favorito.

No te voy a mentir.
He vuelto a creer en la magia después de ti,
mirando a los ojos a otra persona.

Me duele admitirlo,
pero por un instante,
me sentí completa.
Feliz incluso en tu ausencia.

Toqué fondo,
pero me hicieron volar.
Y, ahora,
sé que el cielo
sólo es cielo
si estás tú.

No he roto ninguna de mis promesas.
Si no tienes alas,
yo me quedo viviéndo(te) sobre el suelo.

Que tú eres más que capaz
de hacer al lugar más triste
el más alegre.
Como quien convierte agua en vino.

Eres la emoción más intensa.
Eres huracán y, a la vez,
primavera.
Eres terremoto y, a la vez,
alegría.

Eres mi desastre favorito.

Así que déjame vivirte despacio,
que quiero tragarme
todos los agujeros negros
que quieren absorbernos.

Quiero recorrer 
con los dedos
todos los caminos
de tu espalda.

Hasta llegar a ti.


jueves, 16 de abril de 2015

Abril.

Tú, que me llamas tristeza,
cierras con fuerza los ojos,
para no ver que eres tú quien vacía mi pecho.
Que eres tú quien me ahoga.

He decidido no darte más.

Esta es nuestra última batalla.
Si tú te quedas contigo,
yo me quedo conmigo.

He roto todo aquello que sellaste con tus besos.

Tu corazón debería temblar,
porque he abierto los ojos.
Y el amor ya no es ciego.

Puedo ver que tú me has hecho ruinas,

como Roma, como Atenas,
que siguen siendo hermosas
a pesar del desastre.

Te doy permiso para llorarme,

pero en silencio.
No vaya a ser que te escuche
y decida dar la vuelta.

Quédate aquí,
sin hacer ni decir nada,
como siempre.
Borraré mis huellas,
y dejaré sólo una en ti.

Y, por mí, que llueva.


Que de borrar las tuyas, 

se encarga Abril.

jueves, 2 de abril de 2015

Luchador fallido.

No me mereces.

Porque intentaste ser guerrero cuando había paz,
por cobarde.
Intentaste ser mi primavera en un invierno, 
pero sólo me dejaste infiernos.
La verdad es que no esperaba más de ti, 
tampoco menos. 
Sólo esperaba, esperaba por ti.
Por un asesino que mata el tiempo,
un luchador que fracasa.

Fuiste un áspid fallido,
mordiéndome las piernas,
reptando por mi piel.
Dejando un dulce veneno que,
otro ya ha succionado de mi cuerpo.

No me mereces, por cobarde,
por no disparar.
Ahora ya no puedes dar en el blanco.

Quédate.
Quédate tu sonrisa,
tus promesas, las mías...

Pero, antes, 
sé valiente por una vez y vete. 
Vete para siempre, para no volver.

miércoles, 25 de marzo de 2015

Corre.

Te mereces algo mejor.
Alguien a quien no le aterre la idea de verte, 
alguien que no tema ser él mismo.
Te mereces algo mejor.
Alguien que te pueda querer todos los días,
alguien que no sea víctima de sus propios miedos.

Te mereces a alguien que no te meta en sus pesadillas, 
que no te haga partícipe de todos sus defectos.
Sin duda alguna, no te mereces a alguien que tiembla antes de verte.
No te mereces a alguien que tiene miedos más fuertes que su propia persona.
No mereces vivir el infierno de alguien, 
no mereces quemarte.
No mereces a alguien con complejo del felpudo,
no tienes que sacudir la mierda que todos han dejado en él.

Tú no. 
Tú te mereces lo mejor, 
alguien que se quiera y que te quiera, 
alguien que pueda quereros a los dos juntos.